"Podría escribir clarito, podria escribir sin tantos recovecos, sin tanto remolino inútil. Podría escribir casi telegráfico para la globa y para la homologación simétrica de las lenguas arrodilladas al inglés. Nunca escribiré en inglés, con suerte digo go home. Podría escribir novelas y novelones de historias precisas de silencios simbólicos. Podría escribir en el silencio del tao con esa fastuosidad de la letra precisa y guardarme los adjetivos bajo la lengua proscrita".
Pedro Lemebel en Poco hombre. Crónicas escogidas
"Pensó también en su necesidad de tener un animal de verdad, y en su interior se manifestó de nuevo cierto odio hacia su oveja eléctrica, a la que tenía que cuidar y de la que se ocupaba como si estuviera viva. La tiranía de un objeto, pensó. No sabe ni que existo. Como los androides, carecía de la habilidad de apreciar la existencia de otro. Nunca había pensado en eso antes, en la similitud entre un animal eléctrico y un andy. El animal eléctrico, reflexionó, podía considerarse una subforma del otro, una especie de robot muy inferior. O, recíprocamente, podía considerarse al androide como la versión desarrollada de un animal falso. Ambos puntos de vista le repugnaron."
Philip K. Dick en Blade Runner ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
"Virgen de Avenida Matta
En esta micro llena vamos todos vacíos
Al menos cólmanos con tu misericordia
Mientras el ataúd que nos transporta
Hace lo imposible por llegar a su destino"
"Mi esperma seco en los labios. Quemaduras de cigarrillos apagados en la palma de la mano. Y apenas una nota en la muñeca para acordarme: «Hilbert Davenport Bataille». Parece ser que me llevas en el corazón."
En El armario de acero. Amores clandestinos en la Rusia actual, poema "Huellas" de Dmitry Kuzmin
“Ella le dice que los tatuajes son en realidad piezas de un rompecabezas gigantesco, dibujos que se unirán en algún momento y formarán sobre el cielo abierto el retrato de algo que ahora es intangible y desconocido: un reflejo del mundo que quizá reemplace el mismo mundo”.
Bisama en Taxidermia
"El libro que estoy escribiendo no es el que quiero escribir, este libro sólo existe en virtud de uno que no existirá nunca. Beckett escribió esto: "atreverse a fracasar donde ningún otro se atrevió a fracasar"."
En Alameda tras las rejas de Rodrigo Olavarría
"Soy mal público para mi memoria. Quiere que continuamente escuche su voz, y yo no dejo de moverme, carraspeo, escucho y no escucho, salgo, regreso y vuelvo a salir" Wislawa Szymborska en "Mi difícil vida con la memoria"
“En general, el hombre llora poco, y cuando se queja, es su literatura. El pesimismo tiene poca viabilidad como fórmula democrática. Los que lloran los males del mundo quedan aislados -no lloran sino su propio mundo. ¿Que un Leopardi o un Antero no tienen amado o amante? El universo es un mal. ¿Que un Vigny es mal o poco amado? El mundo es una cárcel. ¿Que un Chateaubriand sueña algo más allá de lo posible? La vida humana es un tedio. ¿Que a un Job se le cubre el cuerpo de ampollas? La tierra está cubierta de ampollas. ¿Que le le pisan los callos al triste? Ay de los pies de los soles y de las estrellas”.
Pessoa en Libro del desasosiego
“La novela es la novela de los padres, pensé entonces, pienso ahora. Crecimos creyendo eso, que la novela era de los padres. Maldiciéndolos y también refugiándonos, aliviados, en esa penumbra. Mientras los adultos mataban o eran muertos, nosotros hacíamos dibujos en un rincón. Mientras el país se caía a pedazos nosotros aprendíamos a hablar, a caminar, a doblar servilletas en forma de barcos, de aviones. Mientras la novela sucedía, nosotros jugábamos a escondernos, a desaparecer.”
Alejandro Zambra en Formas de volver a casa
“Probablemente las noches europeas fueran oscuras como bocas de lobo, no las noches americanas, que más bien eran oscuras como el vacío, un sitio sin agarraderos, un lugar aéreo, pura intemperie, ya fuera por arriba o por abajo” Roberto Bolaño en El gaucho insufrible
"Te mentí al principio, dijo. estaba mintiéndome a mí misma una vez más. Ahora sabes la razón por la que estoy aquí. No soy de esas chicas buenas. Tengo una parte autodestructiva que siempre mantuve bajo control. Pero el control, igual que el amor, es un juego que se pierde. Ojalá nunca hubiera jugado a ese juego."
Del cuento "Perras" de Jorge Enrique Lage, en Latinoamérica criminal
"En Chile nadie saluda en los ascensores, dices de nuevo, como un estribillo, en una cena donde compites por ser el mejor observador y el habitante del peor de los países."
Alejandro Zambra en Facsímil
"Al día siguiente, en el desayuno, le preguntó a su mamá: ¿Soy feo? Ella suspiró. Bueno, hijo, a mí no te pareces. ¡Los padres dominicanos! ¡Qué joyas!"
En La maravillosa vida breve de Óscar Wao de Junot Díaz
"La bodega era estrecha, irrespirable. Me tocó en cuanto entramos. Yo hice lo mismo aunque no sabía cómo -ustedes tampoco: tendrán a su disposición cuerpos simples, parecidos al propio; nunca el de una vaca que los triplique-. La boca me sabía a azúcar. Ella testificará.
Cuando comencé a reír preguntó si estaba borracho. Hablaba todo el tiempo, hasta que uno lograra hacerla mugir. Y costaba. Meterse en ella era como sumergir los pies en sopa. Escuché esa frase después pero la comprendí enseguida. Ustedes, desde luego, no entenderán nada"
En el cuento "Agua corriente". La señora Rojo de Antonio Ortuño
“los militares se comportaban como escritores y los escritores, para no ser menos, se comportaban como militares”
Bolaño en 2666
“Pero yo todavía no soy un cadáver y de pronto pienso que si lo fuera, me sentiría un fracaso, como si en mi vida no hubiera hecho nada que valiera la pena”
Romina Reyes en el cuento "Ana y el resto" de Reinos
“Y mi amor te sigue por la noche sin cielo de esta calle, como la memoria de un perro tuyo que hubiera muerto”.
Martín Adán en La casa de cartón
"Chile como un cementerio. O como un país sobre un cementerio, intentando el olvido como método de supervivencia"
Jorge Baradit en Synco
“pero aprendí a Michaux en tu casa, Nathalie, una vociferación que me faltaba, un dolor, otra vez, incalculable para el cual las palabras no tienen gusto a nada”. Enrique Lihn en “Nathalie”, Poesía de paso
"Mi infancia fue idiota, mi adolescencia fue terrible. Perdí la virginidad en una fiesta con un tipo borracho que nunca se aprendió mi nombre. Sangré pero la sangre siempre es buena. Eso lo decía Hitler, en alguna parte y es pura verdad"