Por Anselmo La Escuela de la Carne Yukio Mishima Editorial Alianza 333 pgs Ir al libro |
Taeko, Nobuko y Suzuko son tres mujeres divorciadas, independientes y exitosas que viven en el Japón de los años 60. Pasaron la treintena y las tres tienen buen gusto, son sofisticadas, visten Chanel y Dior y van a fiestas de Ives Sant Laurent.
Yukio Mishima en ‘La Escuela de la Carne’, nos relata la amistad de estas tres mujeres, teniendo como protagonista a Taeko, dueña de una de las más importantes Boutiques de Tokio, referente absoluto en las tendencias de moda de la alta sociedad nipona. A Taeko aún se la conoce en sociedad con el titulo de baronesa (por su ex marido), de quien no se sabe mucho, pero se deja entrever, que disfrutaba de ciertos placeres de la carne que no simpatizaban mucho con la educación de la aristocrática familia de la que provenía la joven Taeko. Por lo mismo, de las tres siempre es la más conservadora, hasta que pierde la cabeza por el barman de un bar gay de 20 años.
Hablar de una novela de Mishima es difícil, principalmente por el nivel de perfección que logra tanto en los detalles para describir los espacios, las ropas, el lujo, y además, construir un personaje femenino que, producto de su cuna y de su clase, decide redescubrirse, lanzándose de cuerpo entero a un sub-mundo que hasta ese momento, desprecia.
En ‘La Escuela de la Carne’, los protagonistas entran en esa especie de relación insana pero placentera donde el amor, el desamor, la agresión, la dignidad y el dolor confluyen en el sexo y en su intimidad, donde la carne se convierte en el árbol de la vida que permite a la protagonista reinventarse a sí misma.
Para los/las que leyeron ‘La Pianista’ de Elfriede Jelinek, imprescindible.
por Anselmo
Yukio Mishima en ‘La Escuela de la Carne’, nos relata la amistad de estas tres mujeres, teniendo como protagonista a Taeko, dueña de una de las más importantes Boutiques de Tokio, referente absoluto en las tendencias de moda de la alta sociedad nipona. A Taeko aún se la conoce en sociedad con el titulo de baronesa (por su ex marido), de quien no se sabe mucho, pero se deja entrever, que disfrutaba de ciertos placeres de la carne que no simpatizaban mucho con la educación de la aristocrática familia de la que provenía la joven Taeko. Por lo mismo, de las tres siempre es la más conservadora, hasta que pierde la cabeza por el barman de un bar gay de 20 años.
Hablar de una novela de Mishima es difícil, principalmente por el nivel de perfección que logra tanto en los detalles para describir los espacios, las ropas, el lujo, y además, construir un personaje femenino que, producto de su cuna y de su clase, decide redescubrirse, lanzándose de cuerpo entero a un sub-mundo que hasta ese momento, desprecia.
En ‘La Escuela de la Carne’, los protagonistas entran en esa especie de relación insana pero placentera donde el amor, el desamor, la agresión, la dignidad y el dolor confluyen en el sexo y en su intimidad, donde la carne se convierte en el árbol de la vida que permite a la protagonista reinventarse a sí misma.
Para los/las que leyeron ‘La Pianista’ de Elfriede Jelinek, imprescindible.
por Anselmo